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... Me desperté por fin, no sé cuanto tiempo llevo dormido pero aún así, todo sigue igual que como estaba antes, o incluso peor.Los niños seguían llorando, y eso contagiaba a sus madres que gritaban de desesperación .Todo esto, más las nubes que ocupaban el cielo y que aprisionaban al siempre optimista sol y sus hijitos los rayos y que a la vez hacían que las olas aumentaran y se volvieran más violentas todavía, el viento se convertía en el socio perfecto del violento mar y hacían que la patera no parara de moverse violentamente y que, por lo tanto, el pánico se apoderara de ella.Y para colmo, los recuerdos que había dejado atrás volvían a asomarse en mi mente: Primero, mi hermano,era la persona que más quería en este mundo.Hacíamos unos kebabs de muerte y él era el unico al que le contaba mis secretos y viceversa. Después, mi madre,ella hubiera podido ser la persona que más quería de no ser porque solo tenía ojos para nuestra tienda de kebabs, pero, aunque ella apenas estuviera quieta y se parara a hablar con nosotros de madre a hijo, yo siempre la tendré en mi corazón puesto que es MI MADRE, y como el amor de una madre no hay ninguno. Y el último recuerdo que se me vino a la mente fue la mina que explotó y acabó con los dos.